La Izquierda Social comienza a presionar

Solo la Patronal, encuentra en los medios de "información" sus propuestas neoliberales y reaccionarias, para superar la crisis económica. Los grandes Sindicatos, en su apoyo al gobierno frente a la ofensiva de la gran empresa, callan y tan solo se mueven de forma discreta y a hurtadillas, sin procurar hacer demasiado ruido.
El gobierno, en el centro, solo tiene que soportar la ofensiva de la derecha, respecto a su inoperancia, de los empresarios y banqueros exijiendo dinero para ellos y despido libre.
Por la Izquierda nadie, a la izquierda nada. Ante la falta de movilizaciones sociales las respuestas gubernamentales, se derechizan aun más y solo hablan los poderosos liberales infiltrados en un Partido, que debiera ser de izquierdas.
Es por ello que armar y lanzar la respuesta social, es imprescindible ya, es un acto de supervivencia de las clases trabajadoras y populares.
Si no nos movilizamos, la derecha política y económica impondrá sus criterios a un gobierno que aun anda descubriendo la profundidad de la crisis, con la cartera de economía en manos de un socioliberal, atenazado ante su grabedad y profundidad que es incapaz de proponer medidas ni siquiera socialdemocratas moderadas.
Solves sabe que los liberales han fracasado y que ya no tienen recetas.
Para cambiar el rumbo, hace falta presionar y ya. A la calle que ya es hora!!!
El 28 de Marzo, será el inicio.
Ante esta crisis sistémica, no caben medias tintas y el centroizquierda debe saber que la salida o es ultraderechista, ultraliberal y parafascista o bien es social, es SOCIALISTA.
El capitalismo no es la respuesta, salvarlo es suicida.
Organicemos la presión. Propongamos la salida, pero esta solo se dará desde el nuevo paradigma económico y ecológico y este solo se conseguirá en el camino hacia el socialismo, pero para ello, comencemos peor movilizar el 28 de Marzo, todas y todos juntos.
En todas las ciudades y no solo en Londres, hemos de demostrar nuestra voluntad de ser escuchados y tenidos en cuenta y que la solución no solo la tiene que buscar el G20, sino el G-Mundo. No se puede marginar a los pobres y empobrecidos, ni tampoco a las ciudadanas y ciudadanos.