viernes, 26 de septiembre de 2008

Tal vez algo comience a cambiar

Las palabras que están comenzando e escucharse en boca de diversos mandatarios y responsables politicos internacionales, incluido el Presidente español, José Luis Rodriguez Zapatero, son el indicio de algo, en el sordido panorama economico y social mundial.
La crisis del capitalismo financiarizado, es tan grabe que algunas y algunos de los que hasta ahora se habían plegado ante él, comiencen a reflexionar en voz alta. Tal vez tambien ayude a esto la perspectiva de cambios en el Imperio.
Las palabras de Zapatero en la ONU, deben ser valoradas. Pero su propuesta y la de Lula de que el FMI se transforme en organismo regulador, me parecen fruto de la precipitación y de la falta meditación y elaboración de la propuesta. El FMI, con su impulso ha favor de la teología neoliberal, sus recetas ultraliberales y su falta de rigor técnico y cientifico en materia socioeconómica, es uno de los grandes culpables de esta situación de crisis financiera e insisto sistémica.
No tiene el FMI autoridad ni prestigio, no solo entre los, altermundistas, sindicalistas de clase y socialistas, sino entre los Estados Empobrecidos o en vias de desarrollo,o de defensa de su soberanía y esto Lula debería saberlo.
El FMI, la OMC y el BM, pero tambien la Unión Europea, junto a los EE.UU. han sido los responsables de la desrregulación, la privatización y la escandalosa especulación vivida.
Yo les rogaría que ahora que los capitalistas demandan fondos e intervención pública, que los estadistas, que están comenzando a ser conscientes de lo que esta ocurriendo, que primero, no combatan el cancer, con aspirinas y en segundo lugar que prescindan de una vez de sus asesores liberales, que aparentando saber, han apludido la fase anterior y han colocado al mundo en esta tesitura.
Zapatero, no les creas a todos y todas esas liberales y neoliberales, saben de económia real, lo mismo que las brujas y los brujos. Adeams solo son eso aprendices de brujo, excesivamente bien pagados y trabajando por cuenta ajena, es decir son simples lobistas de las transnacionales.

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